Se trata de ver la ciudad con otro color, con otras luces, vestida para recibir al nuevo año, con todos los locales comerciales engalanados para mostrar de la mejor manera sus productos y servicios, esperando a los nuevos visitantes y con todos los madrileños esperando tratar al visitante de la mejor manera posible para que se lleven la mejor de las impresiones de esta nuestra ciudad.
Plaza Mayor |
Una vez en la puerta del Sol, una calle que nos gusta mucho como suele estar iluminada es la Calle Arenal, la cual nos hace pasar por delante de San Ginés, para acabar llevándonos a los jardines que hacen de antesala del Palacio Real. Lugar emblemático de anteriores gobiernos y lugar de visita obligada cuando se visita por la mañana (los estudiantes de farmacia de la UCM también la solían visitar por su farmacia, su antigua farmacia). Se ha puesto de moda ver el cambio de guardia, el cual, es verdad que es muy vistoso.
Una vez alcanzamos Cibeles, sin movernos más que lo que se mueve un chulapo bailando un chotis, podremos alcanzar a ver la iluminación del Banco de España, la del el actual Ayuntamiento (antiguo Palacio de Correos) o la de la Casa de América (antiguo Palacio de Linares) que son, sencillamente, espectaculares.
Nosotros solemos subir la calle Alcalá hasta la puerta del mismo nombre, para fotografiarla (no nos cansamos de hacerla fotos) y luego recorrer una calle que tras la remodelación, la han dejado muy, muy bonita. Esta es la calle Serrano, con algunas de las mejores tiendas de Madrid. Pero aunque no se tenga la idea de comprar, recorrerla, pasearla, es un lujo al alcance de cualquiera que se acerque a esta zona y que en pocos lugares van a poder encontrar algo parecido.
La razón de este último recorrido tan personal no es más que para llegar andando hasta la parada de Metro de Rubén Darío, para volver a casa (el transporte urbano se hace casi necesario para ir al centro) de manera directa. Pero se podría coger la calle Goya y recorrerla hasta cruzar con Príncipe de Vergara o nuevamente con Alcalá.También se podría ir bordeando el Parque del Retiro desde la Puerta de Alcalá hasta llegar a la Plaza de Carlos V (o como lo conocen todos los madrileños, hasta llegar a Atocha).
Las posibilidades son infinitas. Tantas como calles se van cruzando una y otra vez en nuestro camino elegido de inicio.
¡Disfrutad Madrid!